La sequedad vaginal es una condición que afecta a muchas mujeres. Aunque generalmente se asocia a la menopausia y pacientes oncológicas, la realidad es que puede presentarse en cualquier etapa de la vida, afectando así la calidad de las relaciones sexuales. ¿La buena noticia?, actualmente existen diversos tratamientos para solucionar este problema.
La disminución en la cantidad de fluidos producidos en la vagina es lo que la causa. “Hay dos elementos que contribuyen a tener una buena salud vaginal: la flora y la mucosa, cuando ese equilibrio se rompe, se produce la sequedad vaginal”, explican desde el portal Kern Pharma. Los motivos que promueven su desarrollo van desde tomar anticonceptivos hormonales, medicación contra diferentes tipos de cáncer, infección vaginal hasta episodios fuertes de estrés.
Los síntomas propios de esta condición pueden llegar a afectar la calidad de vida de la mujer, empezando por la necesidad de ir con mayor frecuencia al baño, picor, sensación de escozor o ardor en la zona genital, al igual que molestia durante las relaciones sexuales o incluso la imposibilidad para mantenerlas. Así lo indica un comunicado emitido por Hospiten.
Desde referido grupo hospitalario resaltan la importancia de actuar a tiempo una vez se identifican las señales de alerta. “Diagnosticar en sus primeros estadios la sequedad vaginal tiene mejor pronóstico”, aseveran, agregando que ninguna mujer debe conformarse con una molestia si empieza a ver que algunos síntomas le impiden mantener una vida normal y debe saber que tiene solución.
Y es que en la actualidad hay tratamientos que prometen solucionar de forma eficaz la sequedad vaginal, que evolucionan desde la hidratación diaria con crema específica para la zona íntima, la infiltración de ácido hialurónico (se inyecta en la zona a tratar en la zona vaginal), Plasma Rico en Plaquetas “PRP” (también inyectado), o láser. Al tratamiento recomendado por el ginecólogo deben sumarse hábitos ginecológicos saludables como mantener la zona limpia, evitar el uso de productos de higiene íntima perfumados, no realizar duchas vaginales y evitar el uso de ropa muy apretada.