Varios países preparan la evacuación de sus ciudadanos de China y otros desaconsejaron los viajes a ese país, al aumentar la preocupación mundial por la epidemia del nuevo coronavirus, que ya ha causado más de 80 muertos y 2,700 afectados en la nación asiática.
El número de víctimas mortales sumó 25 en 24 horas, mientras que los casos confirmados oficialmente pasaron de 2,000 a 2,744, incluido el de un bebé de 9 meses.
Wuhan (centro), con 11 millones de habitantes y donde surgió este nuevo virus, parecía el lunes una ciudad muerta, aislada del mundo desde el jueves. Un equipo de la AFP constató que la mayoría de comercios estaban cerrados y prohibido el tráfico de los vehículos no esenciales.
«Cada día me preocupo más», dijo Do Quang Duy, estudiante vietnamita de 32 años.
La crisis hace temer una mayor fragilización de la economía china, e incluso mundial. El precio del petróleo registraba una fuerte caída de 3.21% en el mercado de Londres, y las bolsas en Japón y Europa cayeron en más del 2%.
Una decena de países están afectados por el virus.
Visita del primer ministro
Unos 56 millones de personas están confinadas en la provincia de Hubei.
El primer ministro chino, Li Keqiang, llegó el lunes a la zona en cuarentena de Wuhan, primera visita de un dirigente del régimen comunista a la ciudad desde el comienzo de la epidemia en diciembre.
En las imágenes difundidas por el gobierno, el primer ministro aparece con una bata de plástico azul y una mascarilla, examinando datos de un paciente en la cama.
Li Keqiang fue nombrado al frente de un «grupo de trabajo» encargado de supervisar la lucha contra la propagación de virus, que fue detectado en un mercado de Wuhan donde se vendían animales salvajes.
Dirigentes chinos de la provincia de Hubei son, sin embargo, blanco de críticas en las redes sociales, donde son tachados de incompetencia o ridiculizados, en medio del malestar por la gestión de la epidemia.
El jefe de la OMS en Pekín
Este lunes el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, examinaba en Pekín con las autoridades cómo contener la epidemia.
La OMS revisó a «alto» este lunes el riesgo a escala mundial del coronavirus, tras haberlo calificado de «moderado» hasta ahora por «un error de formulación».
Investigadores de Hong Kong estimaron que el número de casos podría superar ya los 40.000 y que el número de contagios podría duplicarse cada seis días, por lo que consideraron que los gobiernos deben tomar medidas «draconianas» para limitar los desplazamientos de la población y detener la propagación de la epidemia.
Pekín decidió prolongar tres días las vacaciones del Año Nuevo chino, que debían terminar el 30 de enero, para «limitar el movimiento de la población», en estos días feriados, en los que millones de chinos viajan para reunirse con sus familias.
El alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, había informada que unos cinco millones de personas salieron de la ciudad antes del Año Nuevo, el 25 de enero.
Varias grandes ciudades de China ya anunciaron que suspendían la circulación de autocares de larga distancia que las une con el resto del país.
Cierre de frontera terrestre
La epidemia ha desatado la alarma en el mundo.
Mongolia, que comparte una larga frontera con China, decidió este lunes cerrar los puntos de pasaje terrestres, así como escuelas y universidades hasta el 2 de marzo.
Al igual que lo hicieron otros países, Alemania instó a sus ciudadanos a evitar los viajes a China que «no son indispensables» y su gobierno estudia «una posible evacuación» de los alemanes que están en Wuhan.
El virus ya alcanzó a Europa, Norteamérica y Australia. Hasta ahora no ha habido víctimas mortales fuera de China.
Estados Unidos, donde se detectaron cinco contagios, anunció que organiza la salida de su personal diplomático y otros conciudadanos que están en Wuhan. Francia (con tres casos) también prepara acciones de repatriación.
Otros países están viendo con Pekín cómo evacuar a sus nacionales.
Malasia decidió suspender todas las autorizaciones de visado para los chinos originarios de la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan.
En los hospitales de Wuhan, la situación es caótica: los pacientes tienen que esperar horas antes de poder ver a un médico. Ante esta situación, se están construyendo dos hospitales de un millar de camas cada uno, que estarán listos en el tiempo récord de menos de dos semanas.
“La capacidad de propagación del virus se reforzó”, indicaron funcionarios sanitarios chinos, aunque dijeron que este nuevo coronavirus “no es tan potente” como el virus del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), origen de una mortal epidemia entre 2002 y 2003.