Por: Frank Casado Arias
SAN JOSE DE OCOA.- Al enterarme que falleció el Sábado 29 de diciembre de 2019 el reconocido munícipe Ocoeño, José Altagracia Beltre ( El Gato ), producto de un infarto, me trasladé mentalmente, a mi infancia, en la época de los 70-80, por allá cuando apenas tenía entre 10 a 12 años .
Era muy raro usted cruzar por el Parque del Cementerio de pueblo abajo de esta ciudad, y no ver a «el gato» sentado en un banco con una botella de cerveza, este fue otro de los personajes pintorescos de esta ciudad.
El Gato; Se dedicaba a reparar electrodomésticos, llegándose a destacar por su forma jocosa de tratar a sus clientes, su eficiencia en el servicio y su seriedad.
«José el Gato» era una persona amante de su «traguito» pero nunca hizo daño a alguien por el entorno, quienes lo catalogaron como «Un personaje pintoresco», a pesar de este estar bien cuerdo y no tener nada de locura.
Se le veía en esos menesteres cotidiano abrazar el diálogo en lugares como el parquesito, el parque libertad, esquinas, centros de esparcimiento y recreación, cualquier escenario era campo abierto para sus exposiciones pueblerinas, siempre acompañado de piezas de algún abanico que reparaba y su «pinza de corte», destornilladores y un rollo de tape.
Al igual que nuestras ciudades y pueblos dominicanos, Ocoa no se queda atrás, poseyendo sellos vivientes de identidad, con figuras también inolvidables, que nos divierten, sorprenden y hasta nos espantan. Algunos curiosos personajes que por sus hábitos, apariencia, vestimenta o conducta un tanto o muy salidas de la ancha banda con que pretendemos enmarcar la normalidad, son distinguidos y diferenciados por los que nos creemos estar en la línea de la cordura, la sensatez y lo convencional. Uno de ellos fue José El Gato.
Su cuerpo fue velado en la recién Inaugurada funeraria municipal de este municipio cabecera, convirtiéndose así en el primero en «estrenar» estas instalaciones.