
Por: Francisco Casado
SAN JOSE DE OCOA.- Lleva toda la vida vendiendo fruta fresca y verdura en su pequeño puesto del mercado de abastos del municipio de Ocoa. De hecho, cuando a Doña Farida Emilia Castillo (Hijita) se le pregunta por cuánto tiempo lleva ella allí, responde muy convencida: “¡Ohh! Yo llevo ya más de 60 años en el mercado, porque venía de chica a ayudarle a mi madre y aquí me quedé. Eso fue cuando mataron a Trujillo”, explica.
“Me encanta el trato con el público”, reconoce entusiasmada, con el mismo brillo en los ojos que puede verse en los de alguien que ama su trabajo. Como los fruteros, ha tratado de salir adelante. “Mucha gente mayor, de la que era habitual en nuestro negocio, ya no vienen; no tienen medios ni posibilidad de salir… Recuerdo cuando la Pandemia, «Tenían mucho miedo a venir al Mercado«. Nos cuenta con la mirada un poquito triste al recordar esos momentos tan difíciles.

En el Mercado Municipal están disponibles todos los productos básicos que las personas necesitan para su alimentación, Sin embargo, como la gente se prepara antes, este sábado los vendedores empezaron a extrañar los consumidores.

Mientras trataba de retratarla, uno de sus compañeros cercanos , en la mesa de al lado me grita: “¡Esfuérzate, que no vas a fotografíar todos los días a una Ocoeña como esta!”. Hijita sonríe: “Esta es mi segunda casa”, afirma orgullosa.
Una de las alternativas más económicas con las que cuentan los ciudadanos para abastecer la despensa de sus hogares son los mercados de la provincia San José de Ocoa.

Además de presentar una gran variedad de productos de la canasta básica, normalmente estos espacios comercializan los alimentos a un menor precio que el que ofertan las grandes cadenas de supermercados y colmados.

AMBIENTE
La atmósfera que se observa en el mercado de Ocoa está permeado por el dinamismo de sus vendedores y compradores, estos últimos desplazándose con apuro sosteniendo sus bolsas y deteniéndose en cada stand para completar la lista de productos que requieren para su hogar.