En medio de lluvias y en un ambiente cargado de tristeza y desconsuelo, familiares y amigos de Isauly Altagracia Martínez Morel, cariñosamente conocida como Isa, se reunieron en su hogar para darle el último adiós. La joven de 25 años fue una de las cinco personas que perdieron la vida tras la crecida del río Fula, en el municipio Bonao, provincia Monseñor Nouel el martes 7 de noviembre.
La residencia de Martínez, ubicada en la calle Billini del sector Pueblo Nuevo, en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, se llenó de un silencio devastador, solo interrumpido por los llantos desconsolados y los abrazos entre sus allegados.
Zoila Morel, madre de Isauly, tenía su rostro marcado por el dolor mientras recibía el cuerpo de su amada hija. Con el corazón destrozado, pero con la certeza de que su amor y recuerdo permanecerán vivos para siempre en su memoria.
«¿Qué vamos a hacer sin ti, mi niña?», decía la madre frente al ataúd de Isauly.
Los allegados de Martínez manifestaron que su sonrisa iluminaba cada rincón, por lo que su muerte ha dejado un vacío irremplazable en la vida de quienes la conocieron.