SANTIAGO DE CHILE.- La edición de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 dejó muy buenos dividendos para el primer día de disputa de medallas en la que cuatro atletas en tres deportes se repartieron un oro, dos preseas de plata y un bronce. Nada mal para comenzar la fiesta.
En el 2019, la primera oportunidad de medallas, el país se quedó sin un podio y esta vez escaló en cuatro ocasiones.
Dahiana Ortiz subió a lo más alto de la tabla de ceremonia de levantamiento de pesas luego de ganar el oro, con lo que se escuchó por primera vez el himno nacional. En ese mismo podio estuvo su compatriota Beatriz Pirón.
Más tarde en el día, Bernardo Pié conquistó la medalla de plata al caer en la final ante Khalfani Harris (Estados Unidos), quien se llevó el metal dorado en el último segundo con un golpe de gracia a la cabeza del dominicano y ya al final de la noche chilena, Jonathan Ruvalcaba conquistó la otra presea de plata en la modalidad de clavados trampolín 1 metro.
El torneo de clavados se disputa en el moderno Centro Acuático en la comuna de Ñuñoa.
En el evento anterior, Pié ganó presea de plata y esta vez quiso mejorar el color, pero sin fortuna, en un día en el que hizo historia, sin importar su resultado, ya que dos hermanos por primera vez comienzan el primer día a disputar medallas, solo que Cristopher Reyes Pié no tuvo igual fortuna.
Es la primera medalla para Ortiz, nativa de San Pedro de Macorís, tierra conocida como la sede de mayor talento de la halterofilia del país, de donde es también Pirón; cuarta en unas olimpíadas, Wanda Rijo y Yuderqui Contreras, quinta en unos Juegos Olímpicos.
Bernardo enfrentó dura prueba
Con todas las condiciones para ser el ganador de la competencia, Bernardo Pié enfrentó un inconveniente intratable en su momento.
El peleador se vio, en un momento determinado, a punto de no seguir en el combate. El cuerpo no le respondía, se le entumeció y su condición «músculo esquelética» lo traicionaba.
El clima en Ñuñoa, Santiago de Chile estaba a 14 grados. Muy contrario al clima capitalino de Santo Domingo, además de que llegó a este país centroamericano el 19 y competía dos días después de un vuelo de siete horas.
La aclimatación jugó su papel. Pero como caribeño al fin siguió en combate. Según reportes pidió dejar la pelea por la falta de respuesta de su cuerpo.
Aún así estuvo cerca de llevarse el oro. «Pequeños detallitos que quizás se nos escaparon de la mano», dijo el peleador de los 69 kilogramos. «Prácticamente ya teníamos reloj en contra ya. Estábamos por debajo un asalto», lo que le marcó más presión.
El primer round lo ganó el estadounidense, muy ágil de sus piernas.