
Por: Asdrovel Tejeda
Hay días de truenos, de lluvias y de oscuridad por más alto que el sol brille en su horizonte.
Hay días de tormentas y de fríos por más que el calor pretenda derretir el dolor de una pena.
Hay días que nos va agobiando el alma y en el camino de su noche nos va sembrando la esperanza de melancolía y allí, donde una vez estuvo el corazón, solo va quedando un pesar cuajado de tristeza.
Hay días que no son días, solo van siendo el largo quejido de una muerte.
Vivían en el Rastrillo, una de las zonas más emblemáticas del pueblo, precisamente a la Vera del camino que era la entrada principal de la ciudad en sus comienzos.
Tengo el privilegio de ser amigo de “Luira”, de “Chelo”, como lo fui de “Pekú” uno de los seres humanos más sanos que he conocido.
Sus papás hicieron un tremendo trabajo con ellos forjandolos en valores entendiendo, cómo entendieron, que el mayor bien de una sociedad es el coste de la formación de los hijos.
De una familia tradicional, Luis Rojas, ( cuyas raíces profundas salen de Estebania de Azua de donde llegó su mamá) y cuyo papa, Nicio Rojas, fue el primer farmacéutico de Ocoa.
Luis fue Hermano de Patria Roja profesora de varias generaciones de Ocoeños y cuyos pellizcos, enderezaban conducta y entendimiento.
Su mamá, Gisela Soto, que le donó su nombre junto a la reciedumbre de un carácter armonizado con la dulzura y la sencillez de su “don de gente”.
Gisela se casó y cazó a uno de esos hermanos que sin merecerlos te va regalando la vida, uno de esos raros especímenes que van haciendo de la coherencia y la dignidad una armadura que lleva con el porte de la decencia y el decoro.
Con hijos a los que cincelaron con el ejemplo y que son el puente por donde cruza sigilosa la certidumbre con la promesa segura de qué hay esperanza en el futuro.
Hoy la muerte aleve, acaba de herir la bondad, la decencia en su máxima expresión, la solidaridad y la cohesión
de un ser humano que interpretó con dignidad y decoró el papel de esposa, madre, hermana, amiga, servidora pública, buena ciudadana y mejor dominicana.
Acaba de partir al infinito Gisela Rojas Soto de Gonzalez. Paz y luz a su alma camino a la eternidad.
Mis condolencias sentidas a Jhonny, sus hijos y sus hermanos y a todo el pueblo de Ocoa que acaba de perder uno de sus referentes.