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El mito de Sísifo

29 septiembre 2024

Sísifo fue un personaje de la mitología griega que fundó el reino de Corinto. Era tan astuto que había conseguido engañar a los dioses. Ambicionaba el dinero y para conseguirlo recurría a cualquier forma de engaño. También se dice de él que fomentó la navegación y el comercio.

La leyenda cuenta que fue testigo del secuestro de Egina, una ninfa, por parte del dios Zeus. Decide guardar silencio frente al hecho hasta que su padre, Asopo, dios de los ríos, llega a Corinto y pregunta por ella. Es cuando Sísifo encuentra su oportunidad para proponerle un intercambio: el secreto por una fuente de agua dulce para Corinto. Asopo acepta.

Al enterarse, Zeus entra en cólera y envía a Tánatos, dios de la muerte, para que dé muerte a Sísifo. La apariencia de Tánatos era terrorífica, pero Sísifo no se inmuta. Lo recibe con amabilidad y lo invita a comer en una celda. Allí le sorprende al hacerle prisionero de un momento a otro.

Los vivos ya no morían

Por un tiempo prolongado, nadie murió, y el que ahora entra en cólera es Hades, dios del inframundo. Este último exige a Zeus (su hermano) que resuelva la situación. Zeus decide enviar a Ares, dios de la guerra, para que libere a Tánatos y conduzca a Sísifo al inframundo.

Sin embargo, con anticipación, Sísifo había pedido a su esposa que, cuando muriera, no le rindiera honras fúnebres. La mujer cumplió con el compromiso.

Una vez que Sísifo llegó al inframundo, empezó a quejarse con Hades. Le dijo que su esposa no cumplía con el deber sagrado de rendirle honra fúnebre alguna. Hades lo ignoró en principio, pero debido a su insistencia le otorgó el favor de volver a la vida para reprender a su esposa por tal ofensa.

Por supuesto, Sísifo tenía planeado de antemano no regresar al inframundo. Y así vivió por muchos años hasta que accedió a ser enviado de vuelta por Tánatos.

Allí, Zeus y Hades, que para nada estaban contentos con las tretas de Sísifo, deciden imponerle un castigo ejemplar. Dicho castigo consistió en subir una pesada piedra por la ladera de una montaña empinada. Y cuando estuviera a punto de llegar a la cima, la gran roca caería hacia el valle, para que él de nuevo volviera a subirla. Esto tendría que repetirse, una y otra vez, por toda la eternidad.

La interpretación de Camus

Albert Camus parte de este mito griego para elaborar un ensayo filosófico que tituló justo igual, El mito de Sísifo, publicado en francés en 1942. En él desarrolla un conjunto de ideas asociadas con el concepto de lo absurdo y de la inutilidad de la vida. Aspectos determinantes en el destino de Sísifo y tan característicos del hombre de hoy.

Camus se refiere al absurdo como la esperanza que fundamenta el mañana, como si no existiera la certeza de la muerte. El mundo, despojado de los romanticismos, es un territorio extraño e inhumano.

Un conocimiento verdadero no es posible, ni la razón ni la ciencia pueden revelar la realidad del universo: sus intentos yacen como abstracciones sin sentido. El absurdo es la más desgarradora de las pasiones.

«Los dioses habían condenado a Sísifo a transportar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Pensaron, con algún fundamento, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza».

—Albert Camus—

Para Camus, tomarse con seriedad el absurdo significa aceptar la contradicción entre razón y deseo en un mundo irracional. De ahí que deba ser rechazado el suicidio, pues el absurdo no existe sin el hombre.

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